La reciente noticia del lanzamiento en Brasil de un “bioseguro” por parte de MAPFRE —diseñado para proteger las inversiones en proyectos de reforestación o restauración vinculados a créditos de carbono— pone de manifiesto cómo evoluciona el ecosistema de la compensación de carbono a escala global.
Para Bosques y Movilidad, esta novedad es especialmente relevante. Significa que el mercado de la compensación se consolida no solo como una herramienta climática, sino también como un fenómeno que empieza a generar productos financieros y de aseguramiento: protección contra riesgos, garantías de continuidad, cobertura frente a incendios o eventos extremos.
¿Qué es el “bioseguro” de MAPFRE?
MAPFRE ha lanzado en Brasil un seguro pionero que protege proyectos de reforestación vinculados a créditos de carbono frente a desastres naturales u otros imprevistos.
A diferencia de los seguros forestales tradicionales, este nuevo modelo no valora la madera, sino el valor ambiental del bosque, su biodiversidad, su capacidad de compensación de carbono y su función ecológica.
Esta iniciativa refuerza la confianza en los proyectos de compensación como activos climáticos estratégicos, marcando un precedente interesante también para el desarrollo futuro de soluciones similares en Europa.
Esta cobertura representa una novedad en el mercado de carbono, pensando en la seguridad, la estabilidad y la fiabilidad de los proyectos forestales vinculados al clima.
¿Qué significa esto para Bosques y Movilidad y sus clientes?
Para una empresa como Bosques y Movilidad, que desarrolla proyectos de compensación de carbono, reforestación y restauración ecológica en España, este tipo de innovaciones globales suponen varias implicaciones relevantes:
- Mayor confianza en los proyectos: la existencia de seguros ambientales robustos refuerza la credibilidad de la compensación de carbono como instrumento serio, trazable y confiable.
- Potencial replicación del mecanismo en Europa/España: aunque el “bioseguro” de MAPFRE se ha lanzado en Brasil, sienta un precedente. A medio‑largo plazo podría favorecer la aparición de seguros similares en Europa, lo que beneficiaría a proyectos como los nuestros.
- Valor añadido para empresas que compran compensaciones: para las empresas que deciden compensar su huella de carbono mediante árboles y proyectos de naturaleza, este tipo de garantías añade una capa extra de seguridad. No basta con plantar, sino que es clave asegurar el mantenimiento del bosque y su función climática.
- Impulso al mercado de compensación voluntaria: la posibilidad de asegurar inversiones en compensación le da solidez al mercado de créditos de carbono voluntarios, crucial para organizaciones que buscan neutralidad climática sin depender solo de regulación.
Bosques y Movilidad: la compensación de carbono con visión de futuro
En Bosques y Movilidad creemos que la compensación de carbono debe ser algo más que plantar árboles: debe ser un compromiso real, transparente, trazable y sostenible en el largo plazo. Por eso, iniciativas como el “bioseguro” de MAPFRE representan una buena noticia para el sector.
Aunque actualmente no existe en España un seguro exactamente igual, este movimiento nos invita a reflexionar sobre modelos de gestión más robustos, que contemplen riesgos, mantenimiento, restauración y garantía de resultados.
Nuestro compromiso sigue siendo el mismo: diseñar proyectos forestales responsables, con impacto social y ecológico, y ofrecer a empresas la posibilidad de compensar su huella con soluciones reales. Con una meta clara: que la compensación de carbono represente una apuesta seria, fiable e integral por el futuro.













